Con una divina liturgia (como denominan a la misa), con el arzobispo ortodoxo de espaldas al público, incienso en el lugar y las paredes pintadas con murales bíblicos se inauguró ayer la primera capilla de la Iglesia ortodoxa griega -GOX- en Guayaquil, en la ciudadela El Paraíso, al norte de la ciudad.
Esta religión, que data el año 33 d.C., cuenta con dos sedes en el país, Quito y ahora Guayaquil. El arzobispo Metropolita Chrysóstomos, comenta que en Ecuador hay alrededor de cuatro mil familias que son miembros de la Iglesia ortodoxa, pero afirma que existen muchas personas interesadas en conocer más sobre esta doctrina, porque es la Iglesia tal como era antiguamente.
Esta congregación ha conservado la continuidad ininterrumpida, histórica y doctrinaria de la primitiva Iglesia. La relación que existe entre esta religión y la católica es de fraternidad. El párroco del templo católico romano de la ciudadela El Paraíso asistió a la liturgia de inauguración de la capilla.
“Nuestra relación con la Iglesia católica es de mucho amor, sin embargo vemos las cosas un poco diferentes a la visión de la Iglesia romana”, indica el arzobispo Metropolita Chrysóstomos.
Los ortodoxos no aceptan el purgatorio, la concepción del papado como una institución de estilo monárquico y creen en una estructura más horizontal y sinodal. Además, dentro de la Iglesia ortodoxa hay dos tipos de sacerdotes: los que están o han estado casados y tienen una familia, y los monjes. Estos últimos, por su estado célibe, pueden acceder a ser obispos.
Esta religión es la segunda más grande después de la católica, con trescientos millones de fieles en el mundo. Los sacerdotes mantienen la imagen que tenían desde el inicio de la iglesia. Barba espesa y cabello largo. “Jesucristo usó barba, que significaba sabiduría; y el cabello largo, libertad. Son costumbres del Oriente cristiano que nosotros conservamos”, agrega el arzobispo.
La comunión la realizan con pan y vino. “Jesucristo, cuando celebró, lo hizo con pan mojado en vino, que representan el cuerpo y la sangre de Cristo”, explica.
Por el momento, las divinas liturgias se realizan solo con previo aviso, ya que aún no se ha instaurado un sacerdote fijo para el lugar.
Para Ioannis Papageorgion, griego que vive hace quince años en Guayaquil, que se haya creado la iglesia ortodoxa en la ciudad es una alegría. “Para poder bautizar a mis hijos tuve que viajar a Quito; además, el tener una iglesia completa la eucaristía”, expresa.
Papageorgion tiene tres hijos, todos son ortodoxos, su esposa es católica romana, sin embargo está conociendo y acercándose más a la religión de su cónyugen lo que probablemente la lleve, dentro de poco tiempo, a recibir el bautismo ortodoxo.
En la ciudad hay alrededor de cuatrocientas familias que pertenecen a esta religión, pero muchas otras, por el interés que causa la novedad de ver cómo se realiza el rito de la liturgia, asisten para conocerla desde adentro.
Al finalizar la ceremonia, todos los asistentes se despiden del templo besando la cruz y la santa reliquia del brazo de San Jorge, luego cada feligrés toma un pan que, según manifiesta el arzobispo, ha sido bendecido durante la misa por la Virgen María y se lo debe comer o regalarlo a otra persona.